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Siempre existe un dilema al momento de elegir el mejor producto de aseo: ¿Elegirlo por el olor, el color, o será mejor comprar una marca conocida?, o qué tal si, ¿compramos varios productos y en casa hacemos mezclas para potenciarlos? Si en algún momento te has enfrentado a estas preguntas, hoy te vamos a enseñar lo verdaderamente importante a la hora de elegir un producto de limpieza.
En la mayoría de los hogares siempre hay alguien experto en la limpieza, y no nos estamos refiriendo solamente a esa persona que nos ayuda con los quehaceres, a veces nuestras mamás y abuelas lo han sido por excelencia a lo largo de la vida.
Entonces pensamos que "hay que hacerles caso", pero nos hemos encontrado que muchas de estas decisiones son patrones que hemos venido repitiendo a lo largo del tiempo sin conocer si en verdad sirven.
Hoy vamos a romper con esos mitos o creencias que en verdad no sirven al momento de elegir el mejor producto de aseo.
Mito #1 - Entre más olor o fragancia tenga un producto, más limpio o desinfectado queda el espacio.
Falso. Es claro que los seres humanos nos conectamos con el entorno a través de los sentidos, y el olfato puede ser uno de los más importantes, pero pensar que un desinfectante o un limpiador es mejor, o que tiene más poder porque huele mucho, es un gran error.
Es verdad, no hay nada más agradable que llegar a un lugar y sentir ese olor a limpio, pero ojo hay que tener cuidado a la hora de elegir; porque existen muchos productos a los que les agregan un porcentaje muy alto de fragancias sintéticas que contienen sustancias nocivas. Entonces, por tu salud y la de tu familia, prefiere lo natural como los #aceitesesenciales. El olor a limpio no lo da solo una fragancia, sino un conjunto de actividades: como el orden, el aseo continuo, el abrir las ventanas para ventilar los espacios. ¿Cuál es nuestra recomendación? Asegúrate de usar productos con fragancias naturales libres de #FTALATOS que son sustancias nocivas para la salud, y sobre todo, antes de elegir por fragancia, elige por funcionalidad que finalmente es para lo que usamos productos de aseo; para que nos ayuden en la limpieza sin necesidad de hacer mucho esfuerzo.
Mito #2 - Si el producto hace más espuma es mejor
Falso. La espuma en un producto de limpieza se produce cuando se agita, este proceso genera burbujas de aíre que ayudan a:
Visibilizar más rápido la suciedad o las partes dónde se está aplicando el producto para que se haga más uniforme.
Arrastrar más fácil la suciedad.
Sin embargo, la espuma NO tiene ningún poder de limpieza, y dependerá del tipo de tensoactivo que se emplee; algunos generan más espuma o una espuma más compacta que otros. Entonces un producto de limpieza no requiere de mucha espuma para limpiar más rápido o mejor, por el contario si tiene mucha espuma aumentará los tiempos de enjuague y el uso del agua, volviéndose la limpieza poco ecológica y para nadie es un secreto que debemos cuidar este recurso tan importante.
Así que a partir de ahora ya sabes que es mejor elegir un producto con una alta eficiencia de limpieza, pero que tenga una espuma controlada. Elegir este tipo de productos genera un triple impacto positivo
Ahorro en el pago de servicios públicos
Protege la maquinaria de tus electrodomésticos, y las fibras de tu ropa (no hay nada peor que la ropa te salga enjabonada)
Y algo valioso, ayudas al planeta al proteger este recurso vital para todos.
Mito #3 - Las mezclas son mejores que usar un solo producto
Falso. Si eres de los que mezcla todo tipo de productos para potenciar la limpieza, seguramente has estado provocando el efecto contrario: debilitar el poder de alguna de las materias primas. Cada vez que se te ocurren "menjurjes", o "bombas" lo que puedes producir es que alguno de los componentes se inactive o produzca reacciones adversas que generan incompatibilidades. Entonces, es ideal que elijas productos multiusos, así evitas gastar dinero en muchos productos y no necesitas mezclar de todo para limpiar mejor.
Ahora bien, tampoco es muy aconsejable elegir aquellos productos a los que llamamos" Merlín", esos que son mágicos para todo: limpian, desinfectan, desengrasan, aromatizan, desincrustan en fin... tienen más de 10 bondades en un solo producto. Es cierto que podemos tener productos con diferentes ingredientes, que sean efectivos y que se complementen entre sí, pero recuerda que siempre va a existir una propiedad principal, entonces solo queremos dejar esta reflexión: ¿No sería mejor que tengas un producto con buena efectividad, y que puedas usar en diferentes espacios y superficies, y no un producto que te ayude a desengrasar, a desinfectar, a aromatizar, etc. pero que todo te quede a medias, o que requieras mucho tiempo de interacción, o peor, con mucha acción mecánica?
Por último recuerda revisar la etiqueta antes de hacer mezclas, estas pueden ser nocivas para tu salud, se pueden producir gases volátiles que al inhalarlos te generen irritaciones, alergias o intoxicaciones.
Mito #4 - Entre más viscoso sea el producto más concentrado es
Falso. La viscosidad es una propiedad aleatoria de los productos de limpieza, es decir, dependerá de cada fabricante elegir si un producto es o no viscoso y que tan viscoso se quiere.
Esta propiedad dependerá del tipo de modificador reológico que se utilice y a veces del tipo de superficies a limpiar, por ejemplo, un producto que esté diseñado para limpiar superficies verticales es más viable que sea viscoso para que tenga mayor poder de retención, pero eso no significa que si no fuera viscoso no vaya a limpiar.
La viscosidad hace parte de la "textura" del producto. ¿Sabías que en muchas ocasiones para darle esa textura le agregan cantidades exageradas de cloruro de sodio (más conocida como sal de cocina), para que quede "más espesito"?, sin que eso signifique que tenga mejores propiedades de limpieza. Así que la próxima vez que elijas un producto de limpieza revisa muy bien la etiqueta antes de comprar una buena cantidad de sal embotellada.
Mito #5 - El vinagre sirve para todo
Aunque hemos visto muchas veces que este producto lo presentan como una alternativa natural que sirve para muchas cosas, no es del todo cierto. El vinagre es básicamente ácido acético en concentraciones diferentes, así tal vez veas que los vidrios o ventanas quedan brillantes porque el ácido disuelve en muchos casos las manchas, pero así mismo puede reaccionar con otras superficies y dañarlas. Te contamos algunas de ellas:
Limpiar pisos laminados, de granito o mármol, a lo mejor estarás diciendo y ¿por qué no usarlo? Si es buenísimo para desengrasar, eso queda lo más de bonito, pues bien; este producto poco a poco porosea las superficies, haciendo que estas pierdan su pulido natural y por ende su brillo. Ten cuidado porque su efecto no es notorio a simple vista 😮, entonces puedes ver que los pisos quedan bastante limpios, pero en realidad poco a poco estás deteriorando el acabado haciendo que se vea opaco o que se rayen más fácil.
Ponerlo en contacto con metales o con partes de goma, por ejemplo, utilizarlo como suavizante, como facilitador del planchado o en las máquinas lavaplatos es un error; porque el ácido corroe los metales y deteriora los empaques o mangueras al interior de las lavadoras, planchas, o máquinas; claro eso tampoco es algo perceptible en el momento de su uso, pero a largo plazo tendrás electrodomésticos con un ciclo de vida más corto. 😕
Nuestro último consejo
Tómate un tiempo para leer las etiquetas, es importante conocer la composición de los productos, los beneficios, pero sobre todo los cuidados al momento de usarlos. Si eres de las personas que nunca revisa las etiquetas, tal vez estés llevando a tu casa tóxicos que afectan tu salud, o simplemente estés comprando un montón de productos que son lo mismo y que solo les cambia la etiqueta.
"Ser Potente es elegir las mejores opciones naturales,
siendo un consumidor responsable."
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